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Blumenthal, Caldo, Fondo, Modernist Cuisine, Olla rápida, Pollo, Receta, Setas, Técnicas
Los fondos (o caldos) caseros son el primer paso para elevar el nivel de una cocina. Todo cocinillas que se precie debe tener un buen surtido en su nevera y congelador, que servirán de base a sopas, purés, arroces, guisos y salsas.
El fondo claro de pollo es el «comodín» en mi cocina, el básico de sabor neutro que uso por defecto salvo que el plato demande algo más específico. En invierno preparo lotes de dos litros casi cada semana, alternando con el fondo oscuro de ternera. Otros los voy haciendo según surge la necesidad para un plato específico, siempre preparando más cantidad de la necesaria, reduciéndolo y/o congelándolo.
He ido puliendo la técnica para los fondos hasta la actual que se basa —¿cómo no?— en la de Modernist Cuisine, con algunas variaciones tomadas de Heston Blumenthal. El mejor estado del arte está ya perfectamente resumido —también ¿cómo no?— en Umami Madrid. Por otra parte, una excelente referencia de la técnica clásica es la clase en tres partes de eGullet.
Actualización abril 2012: No os perdáis la teoría sobre los caldos de Jorge Ruiz en La Margarita se Agita: Una de sopa y Dos.
La olla
Mi madre siempre preparaba los caldos en olla rápida, así que me sorprendió aprender que la técnica clásica consistía en horas y horas de cocción a fuego lento. Por fortuna para mi tiempo de ocio y la factura de electricidad, pronto supe también que cocineros excelentes como Blumenthal preferían la olla rápida. La extracción es mucho más rápida, se retienen los aromas volátiles, y la mayor temperatura provoca reacciones de Maillard que mejoran el sabor. Además, si no se permite que la olla entre en sobrepresión, el agua no llega a ebullición, y al no haber turbulencias se genera un caldo sin impurezas. Por eso es conveniente —aunque no imprescindible— una olla super-rápida moderna con válvula que se bloquea al subir la presión y que no suelta gas durante la cocción («non-venting«). Las mejores marcas son Kuhn Rikon, Fissler y WMF.
La comparativa clásica entre las dos técnicas es la de Cooking Issues, y en Español está la de No se le puede llamar cocina.
El pollo
Lo perfecto es una combinación de huesos y carne, los primeros para dar gelatina y cuerpo al fondo, la segunda para dar sabor. Las piezas óptimas son las alitas como «hueso» y el muslo y contramuslo para la carne, ya que es la más sabrosa. Como el pollero me suele regalar carcasas, las añado a las alitas.
Cuanto más troceados estén tanto los huesos como la carne, mejor y más rápida será la extracción de sabor y gelatina. Le pido al pollero que me parta las alitas en 6 o 7 trozos, las carcasas las troceo yo mismo después de limpiarlas, y la carne pido que me la pique: compro muslos y contras y le pido que separe el hueso, que también troceo y añado al fondo, y que pique la carne. La piel a veces me la llevo también para otros usos, ¡aquí se desperdicia lo menos posible!
Una precaución al usar carne picada en vez de en trozos: si se pone cruda tal cual tiende a formar bolas que dificultan la extracción de sabor. Una manera de evitarlo es sofreirla ligeramente antes —en una sartén grande o por lotes, ya que demasiada carne suelta mucho líquido, se cuece en vez de sofreirse, y no conseguimos el efecto deseado— o tostarla con el grill del horno, pero esto tiende a producir un fondo más oscuro. Otra opción rápida es dejarla cruda pero esparcirla dentro de la olla, mezclándola muy bien con las verduritas y los huesos.
De proporción, suelo usar entre un 50 y un 70% del peso del agua en huesos y un 50% en carne picada, pero en Modernist Cuisine llegan al 70% de ambos.
Los vegetales
El clásico mirepoix pero sustituyendo el apio por puerro: cebolla, zanahoria y puerro. Busco un fondo neutro, y el apio es demasiado fuerte para este uso, aunque sí lo empleo en otros caldos. Y, al igual que el pollo, cortados a cuchillo en trozos bien pequeños, para maximizar la extracción de sabor y nutrientes. La forma da igual, daditos, láminas finas, la que resulte más cómoda.
También pongo champiñón, por supuesto bien picadito. Añade un toque umami que potencia el sabor cárnico. Suelo usar los pies, reservando los sombreros para otros menesteres de mayor alcurnia.
Las proporciones, alrededor del 10% del peso del agua de cebolla, 5% de zanahoria, 5% de puerro y 5% de champiñones. En la práctica, para mis lotes de dos litros, una cebolla, una zanahoria, un puerro, y unos cuantos pies de champiñones.
Los aromáticos
Ajo (bien picado), perejil, tomillo y pimienta negra. Dejamos los más potentes como el clavo o el anís estrellado para otros fondos.
En Modernist Cuisine los añaden a la olla rápida desde el principio. Pero como su olor y sabor se diluye bastante con la cocción, yo prefiero echarlos à la Blumenthal, o sea, al final, tras abrir la olla, y dejarlos infusionando media horita.
La preparación
El primer paso es blanquear bien los huesos, por higiene y para eliminar impurezas. Tradicionalmente se hace a la vez que el fondo, pero con la olla rápida es más limpio y conveniente hacerlo por separado.
Ponemos los trozos de alitas y carcasas en una olla, cubrimos hasta varios dedos por encima con agua fría, y a fuego lento llevamos a ebullición suave (unos 85ºC). Vamos espumando los restos coagulados que suben a la superficie ayudados por las corrientes de convección, hasta que ya apenas salen impurezas. Sacamos los huesos, pasándolos a un colador donde limpiamos bien el exterior con agua fría. Esto hay que hacerlo rápido tras sacarlos del agua caliente ya que las impurezas sobre la superficie coagulan rápido. Así que mejor ir sacando los huesos poco a poco.
Volcamos todos los ingredientes menos los aromáticos en la olla rápida, cerramos, ponemos a fuego alto hasta alcanzar la máxima presión (1 bar, 15 psi o 2 rayitas), bajamos el fuego y mantenemos así una hora y media. Al acabar, dejamos que la presión baje sola, lo que lleva entre veinte minutos y media hora. Abrimos la olla, echamos los aromáticos, cerramos, y los dejamos media hora infusionando.
Colamos ahora el caldo en dos etapas. La primera, con un colador o chino para separar el líquido de los ingredientes. La segunda, un filtrado muy fino, para el que usamos una estameña, gasa en varias capas, filtro de café, o la fantástica —aunque cara— superbag de 100 micras. Los ingredientes se tiran, con la extracción de sabor que hemos hecho ya no sirven para nada.
Conviene enfriar el caldo lo antes posible. Lo volcamos en uno o, mejor, varios recipientes, de metal si puede ser para transmitir bien el frío, que introducimos en un contenedor más grande lleno de agua fría con hielo. Cuando mayor sea el contenedor, mejor. Una buena opción es directamente el fregadero. Removemos con frecuencia tanto el fondo como el agua.
Finalmente, desgrasamos el caldo. Si tenemos prisa, una jarra desgrasadora es nuestra mejor amiga. Si no, unas horas en el frigorífico llevarán la grasa —por diferencia de densidades— a la superficie, donde el frío la solidificará y será fácil de eliminar con una cuchara o espátula.
En frío el fondo queda como una gelatina, casi se puede cortar con cuchillo.
La conservación
Una vez desgrasado hago el vacío al tarro con la envasadora y aguanta perfectamente varias semanas.
Si veo que no se va a utilizar, a congelar lo antes posible. Bien en un tupper o, mejor, envasándolo al vacío en una bolsa. Para que ocupe menos espacio, se calienta a fuego medio para que evapore y reduzca. La glasa resultante la congelo en cubitos usando bandejas de hielo, perfectos para completar una salsa o para añadir como líquido en las bolsas para sous-vide.
Enrique – increíble el post. Enhorabuena. Unas preguntas: yo a veces hago un fondo simplemente con huesos de ternera y pollo dorados (fondo oscuro) y agua y nada mas… y me ha pasado alguna vez que el caldo sabe a JABÓN… ¿alguna idea?
Yo como alternativa barata a la superbag he encontrado ésta:
http://www.ebay.com/itm/ws/eBayISAPI.dll?ViewItem&item=370534088040&ssPageName=ADME:X:RTQ:US:1123 que aguanta bien las altas temperaturas y tiene el mismo paso (100 micras).
¿Qué envasadora al vacio utilizas? ¿Estás contento?
Gracias Andrés. Ni idea de porqué puede saber a jabón, ¿seguro que habías aclarado la olla después del último lavado? je je je 🙂
Es un disparate lo que cuestan las superbags, había leído que en eBay vendían otras mucho más baratas, pero nunca las había buscado, ¡gracias por el link! Será muy útil cuando tenga que cambiar las mías.
La envadora es la Magic Vac Maxima, estoy muy contento con ella. Tiene botón de «sellar inmediatamente» que es imprescinbible para embolsar con líquidos, y también un regulador del grado de vacío que viene bien para envasar hamburguesas o pescados que se deforman con la presión. Tengo pendiente dedicarle una entrada.
Sobre el sabor a jabón, yo probaría a blanquear los huesos antes. Normalmente no se recomienda preblanquear con fondos oscuros porque entonces hay que esperar a que se sequen por completo antes de tostarlos, pero yo si tengo tiempo preblanqueo un día, los dejo secando hasta el día siguiente en el frigorífico, y luego ya los doro y hago el caldo.
Gracias Enrique por la aclaración y por el tip de la Magic Vac Maxima. Una pregunta o sugerencia para otro post: Roast Beef sous vide? (estas navidades haré Roast Beef para toda la familia y quiero hacerlo sous vide… el problema es que nunca lo he hecho). ¿Sugerencias?
Yo me haría con una buena pieza de cadera, a mejor precio que el lomo y al vacío le vas a sacar todo el partido. El mayor problema es el ancho, si es muy gruesa no le dará tiempo a alcanzar los 55ºC en el interior en menos de las cuatro horas de seguridad recomendadas para sous-vide, y entonces tendrás que trocearla antes del envasado. O mejor dos piezas pequeñas que una grande. Para formas tubulares el máximo que sugiere Douglas Baldwin creo que es de 7 cm. El tiempo de cocción, según tablas, pero será entre 12 y 24 horas más o menos. Lo bueno es que puedes prepararla un par de días antes, enfriarla rápido, y luego recalentarla (1 hora aprox.) Antes de servir, sécala muy bien y dórala, p.e. con el grill del horno o en una parrilla de hierro colado. Como al vacío no generas apenas base para una salsa, tendrás que preparar antes un buen fondo y reducirlo, o bien alguna salsa alternativa, p.e. un chutney.
Hola Enrique,
Yo siempre tengo el problema del espacio en el congelador. Cuanto reduces tus fondos para congelarlos después concentrados?
Hola Dule, yo también tengo el congelador siempre a tope, no me da tiempo a cocinar a diario (comemos y cenamos toda la familia todos los días en casa) y tengo que preparar mucha comida por anticipado, envasándola al vacío o congelándola.
Los reduzco más o menos a la mitad, aunque intento almacenar cubitos de varios tipos, algunos sin reducir que uso sobre todo para añadir a las bolsas de plato sous-vide, y otros a la mitad –para salsas, etc.
Gracias por la receta Enrique. Lo probaré que en casa preparo muchos caldos pero ninguno tan rico como el tuyo. Aunque me temo que con mi olla no saldrá igual…
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Me ha encantado este post!!! Yo siempre hago la misma sopa (zancarron, hueso, puerro, zanahoria y garbanzos) y nunca he preparado de pollo, y la verdad es que me han entrado ganas de hacerla viendo este fabuloso post, ahora estoy en la duda de si hacer el caldo de pollo o el otro que tienes con rabo…. Por lo que he visto, tu este caldo lo utilizas para cocinar, pero yo imagino que para tomar como sopa tiene que estar también buenisimo ¿no? cuando hago el de cocido siempre pienso en reducirlo y hacer mis «cubitos de caldo», pero … es que en casa no dura dos días!!! y este caldito tuyo tiene tan buena pinta…..
Cuantas más cosas leo en tu blog más me gusta!!!!
Gracias Cantinerita. Sí que lo uso directamente para sopa, desde las más elaboradas hasta simplemente cocer unos fideos en el caldo y luego añadir lo que pillo, huevo duro, pollo cocido, lacón, verduritas…, es un comodín fantástico para una cena ultra-rápida, y a mi niño y a mi mujer les entusiasma.
Hola,
Cuando usas el fondo como caldo para un sopa… Lo rebajas un poco con agua u otro liquido? O lo usas directamente como caldo? Cueces la pasta en el?
Muchas gracias!
Hola Nico, lo uso directamente, sólo añadiendo la sal que no lleva, y cuezo la pasta directamente en él. Sale un sopa impresionante.
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Hola enrique …yo soy carnicero en Elche y trabajo en mi carnicería con el roner …y fabricamos croquetas para los bares y nuestra clientela ….quería preguntarte si me puedes aconsejar como hacer unas croquetas de rabo de ternera pero buenas ….esque estamos venga hacer pruebas y no conseguimos dar con la fórmula ….gracias un saludo Pedro Escudero carnicería
Pedro, lo siento pero mi suegra y su hermana me envían grandes cantidades de croquetas todos los meses, así que prácticamente no hago. No te puedo ayudar. Un saludo
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Buenas de nuevo, quería preguntarte por la conservación de los caldos imagino se puede hacer el método tradicional? utilizar tarros esterilizados y luego llenarlos de caldo (casi) y al baño maría en una perola no? o no es bueno conservarlos así?
saludos
Hola Domingo. Sí, puedes hacerlo. En cuanto a envasar al vacío en tarros, no, así tal cual no aguanta fuera de la nevera, salvo que los esterilices tratándolos como una conserva. O sea, es la esterilización la que te daría la conservación, y no el hecho de hacerles el vacío. Saludos.
y quería preguntarte por la opción de envasar al vacío en tarros. aguantarían fuera de la nevera? cuanto tiempo?
saludos
gracias de nuevo compañero
apañao
Hola Enrique…gracias por este tutorial tan fantástico. Este tipo de cocina es nueva para mí, solo suelo hacer de forma más elaborada arroces.. estoy deseando hacer un arro con presa Iberica, costillas ibéricas y boletus y este fondo tan expectacular que has hecho…. ya contare
Enrique tengo una pequeña duda… a ver si me la puedes resolver. He seguido todos los pasos, pero al fina no termina de gelificar el fondo ¿a qué se puede deber? ¿pocos huesos? ¿poco tiempo?
Gracias