Esta receta es una adaptación de otra del libro Ad Hoc at Home de Thomas Keller. Se enriquece visual y texturalmente una excelente crema de coliflor al curry con unas flores de coliflor enteras doradas y, sobre todo, unos «chips» de remolacha. La remolacha laminada muy fina y frita es todo un descubrimiento. Pierde todos los tonos terrosos y se potencia su dulzura, consiguiendo un resultado crujiente, sabroso, y, por su color, muy llamativo. Perfecto para acompañar muchos platos.
Ingredientes
- Una coliflor de aproximadamente 1,2 kg
- Una cebolla dulce mediana
- La parte blanca de dos puerros
- 80 g de aceite de oliva virgen extra
- 5 g de curry
- Sal
- 500 g de fondo de pollo
- 100 g de nata para montar
- 400 g de leche entera
- Pimienta blanca recién molida
- Una remolacha (cruda)
- Aceite de girasol para freir
Preparación
Limpiamos la coliflor de hojas y cortamos la base. Separamos algunos ramilletes que servirán de adorno y para dar textura, y el resto (flores y tallo) lo cortamos en trozos de un par de centímetros. Troceamos también la cebolla y los puerros.
Keller cocina todas las verduras juntas empezando con una técnica que usa muy a menudo. Consiste en recortar un círculo de papel vegetal con la forma de la cazuela y hacerle un agujero en el centro. Se coloca encima de los alimentos que están en la cazuela, de forma que hay algo de evaporación pero es limitada. Una suerte de técnica intermedia entre cocer con la olla tapada y sin tapar.
Personalmente he probado a hacer algún plato que propone Keller con esta técnica y con la olla tapada de forma convencional, y me resulta más bien difícil distinguir la diferencia en el resultado. En cualquier caso, Keller nos propone poner un poco de mantequilla (yo uso aceite) en la cazuela, añadir la cebolla, los puerros y la coliflor troceados, el curry, un poco de sal, tapar con el papel vegetal, y cocinar a fuego suave veinte minutos. Entonces añadir los líquidos, llevar a ebullición suave y cocinar 30 minutos más.
Yo he modificado la técnica de cocción. En su lugar he cortado la cebolla y el puerro en trozos finísimos —con la idea de Blumenthal de que el puerro debe tener una cocción no demasiado larga— y los he rehogado 10 minutos junto con el curry y un poco de sal, después he añadido el fondo, la nata y la leche, y he tenido 10 minutos más en ebullición suave.
En paralelo he cocido la coliflor usando la técnica de Dule: en la Thermomix o MyCook ponemos los trozos de coliflor con 50 g de aceite de oliva y 10 g de sal, y trituramos unos 15 segundos a velocidad 6, hasta obtener un «cous-cous» de coliflor como el de la foto.
Después cocinamos 25 minutos a 100ºC en velocidad 5, con el cubilete puesto. He añadido la coliflor así cocida a la cazuela donde se estaban cociendo el resto de ingredientes y he cocinado unos minutos más para integrar sabores.
Una vez cocinada la crema, la trituramos en la Thermomix u otra batidora a velocidad máxima. Si es necesario añadimos algo más de fondo de pollo para ajustar la textura, probamos y ajustamos de sal y pimienta blanca recién molida. Para una textura aún más suave podemos pasar la crema por un tamiz fino.
Por otro lado doramos los ramilletes de coliflor reservados. Podemos hacerlo en el horno, sofreirlos, o freirlos en abundante aceite, como más nos guste. Keller las cuece en agua con una cucharadita de vinagre unos 5 minutos y luego las saltea. Yo he preferido freirlas sin blanqueo previo en el mismo aceite que los chips de remolacha, a 170ºC hasta que cogen un bonito color dorado, luego las saco a una rejilla e inmediatamente espolvoreo un poco de sal.
Por otro lado pelamos la remolacha y con una mandolina sacamos láminas sólo ligeramente más finas que una hoja de papel. Calentamos abundante aceite de girasol y freimos las láminas a 150ºC hasta que dejan de burbujear, un par de minutos aproximadamente. Las láminas flotan, por lo que podemos hundirlas un poco con una espumadera. Ojo con el tiempo que si nos pasamos empiezan a perder color y sabor. Sacamos a una rejilla para que drenen el aceite, y salamos inmediatamente.
Para el montaje final disponemos la crema, los ramilletes dorados de coliflor encima, y adornamos con los chips de remolacha.
Qué bueno Enrique – la receta y la foto. La técnica de cocción de las verduras con papel vegetal es un clásico de la cocina francesa (en el restaurante francés en el que hice mis pequeñas prácticas siempre cocían así las verduras, nunca entendí el por qué de esta técnica. Y sí, siempre se cocina con mantequilla y no tiene nada que ver a cuando lo sustituyes por aceite…
Un abrazo
Gracias Íñigo. Keller es de técnica francesa clásica, actualizada en algún caso con modernidades como el sous-vide. Yo tampoco acabo de ver la diferencia que supone cocer el papel vegetal frente a cocer con la tapa puesta pero ligeramente abierta… aunque la habrá….
La receta original, además de rehogar con mantequilla lleva cantidades ingentes de nata, buenísima seguro pero demasiado «heavy p’al cuerpo». Así que yo aceite de oliva y fondo de pollo en lugar de agua y nata.
Joder como son estos franceses…. y es que el recetario clásico es hipercalórico, entre mantequilla y nata… Todavía me está repitiendo unos «filetes a la crema» que comí en casa de la madre un amigo en Normandía hace 2 años.
De todas formas, qué rico está todo.
Si, pero merece la pena probarlo (que conste que yo nunca lo hago), pero a Emilie – claro – le encanta preparar las verduras así – yo intento que no lo haga, pero ya sabes, la rebeldía de las mujeres ; ) . Quedan muy muy bien
Son dos indulgencias (la mantequilla y la nata) para permitirse sólo de vez en cuando… ¿y qué me decís de la grasa de pato, eeeehhhh?
La grasa de pato! eso sí que es un manjar! De todas formas no olvidemos que, sea cual sea, cualquier grasa o aceite tienen las mismas calorías: 9/gr (no las mismas propiedades, pero visto lo que se hace últimamente con el aceite de oliva, no sé si es tan bueno como pensamo)
Ufff, es verdad, grasa de pato, para rematar! En fin…. y yo a dieta….
Uhmmm………. esta sí que me voy a animar a preparala!
Qué pinta. Tomo nota de los chips de remolacha que verá dónde los «copio». Respecto de la técnica del papel vegetal… a mi me parece un poco «cogérsela con papel de fumar» y dudo que se llegue a apreciar diferencias sápidas. Entre las razones que se alegan van desde la comodidad, hasta que la pérdida de vapor es menor, que el «riego» de condensados es más homogéneo,… La única ventaja que le veo es, para algunos ingredientes, que puede evitar que se oscurezcan los alimentos al reducir la oxidación por contacto con el aire. Para esto último se puede usar también un trozo de papel de cocina. Puedes verlo en la cocción de unas alcachofas en este episodio de Robin Food:
http://blog.daviddejorge.com/2012/01/10/robinfood-patatas-con-cachon-alcachofas-estofadas-con-jamon/
La mantequilla… a pesar de no deber… cada vez me gusta y «caigo» más. No es el cielo pero tampoco es el demonio.
Saludos,
Pablo.
Muy buenos apuntes Pablo, gracias por tu comentario. Un saludo.