Etiquetas
…con una lata de cerveza que, para solaz del cocinero, se puede beber entera —a diferencia de la técnica convencional del «pollo a la lata de cerveza», en la que se vacía sólo media lata y el resto se deja, en teoría para que se vaya evaporando durante el asado, dejando al ave más jugosa. La lata se introduce en la cavidad del pollo, dejando el borde fuera, y formando una especie de «trípode» con las patas que permite que se sostenga verticalmente durante el asado. En realidad, podemos usar cualquier instrumento que permita sostener así al pollo, como la base que utiliza el Cocinero Fiel en su video.

Pongo una foto de otra web porque, como cuento más abajo, mi pollo era tan grande que "engulló" la lata. Tomada de Grilled Recipes.
Lo más llamativo de la versión de Modernist Cuisine es precisamente que la lata se pone vacía. Argumentan que la utilidad real de la lata no es aportar humedad, sino sostener al pollo al pie, de forma que los jugos vayan drenando a la bandeja. Por lo tanto, podemos usar cualquier tipo de lata, al ponerla vacía ya no hace falta que sea de cerveza, pero, para seguir la tradición, un menda lerenda prefiere seguir dándole al néctar de cebada que reconforta un poco más que el trinaranjus. Mejor aún sería un tinto, pero qué le vamos a hacer, necesitamos la lata…
Importante para esta técnica es el tamaño del animal. Lo ideal es entre un kilo y medio y dos kilos. Con bichos más grandes la lata desaparece en la cavidad y no sostiene nada. Y lo digo por experiencia… en el intento cuyas fotos ilustran estas entradas me hice con una bestia de 3 kg y tuve que sostenerla de pie con una aparatosa combinación de bandejas y mucho cuidado…
También hacemos pequeños cortes verticales usando un cuchillo pequeño o puntilla, tanto en el final de los muslos como en el culo, para que los jugos drenen bien.
Ponemos al pollo en una bandeja de horno, y procedemos por fin al último paso: el pollo al jacuzzi con termostato superficial —más conocido el los círculos finolis como asado en el horno a baja temperatura con sonda térmica en la superficie.
Enrique,
Estoy esperando que me llegue el libro. Pero mientras, me apunto al pollo.. ya te contaré 😉
Las fotos son dignas de película subrrealista italiana (al pollo le falta el periódico entre las alas para parecer que está allí sentado, echando la mañana del sábado).
La técnica es curiosa y con toda seguridad útil, pero me preocupan los aspectos sanitarios: los materiales de una lata de cerveza no están preparados para soportar esas temperaturas, con lo que no está muy claro si se pondrán a liberar compuestos que se acumulen en la carne del pollo. Seguramente nada preocupante si se trata de algo muy eventual, pero es mejor saber.
Saludos
Hola Jorge, ¡qué alegría leerte por aquí!
Totalmente de acuerdo contigo, mejor no comer pollos «sodomi-latizados» todas las semanas, que cualquiera sabe….
En serio, sí, es muy posible que la lata libere compuestos nocivos para la salud. Para quien quiera estar seguro o usar la técnica con frecuencia, sugiero usar un recipiente como el que usa el cocinero fiel en su video (minuto 2:52).
Un saludo
¡Mucho mejor así!
Lo de la inyección de jerez tiene su miga «Maillardiana»
Saludos
A esto yo hace tiempo que le llamo «pollo enculao». Siempre uso una botella de cerveza «Chimay» que es más ancha, hasta la mitad de agua (aunque leo ahora que lo importante no es el líquido, sino la verticalidad que nos ayuda a conseguir la botella) Lo que sí evitamos así, serían los posibles tóxicos que pudiera desprender la lata.
Como sea, sí es cierto que el pollo en cuestión queda más jugoso.
Un saludo.
Gracias por tu comentario Martín. A mí siempre me ha dado miedo usar cristal, que no aguantase el calor y se rompiese, pues habría que tirar el pollo entero.