Un pequeño cambio de un plato tradicional para transformarlo en «mar y montaña». He usado vieiras congeladas Canadienses compradas en Iberochina, en General Margallo, son bastante buenas. Las he cocinado al vacío, que consigue una textura suave y cremosa excelente, pero igualmente pueden pasarse por la plancha a la manera tradicional.
Las habas frescas dan trabajo ya que requieren un doble pelado, pero merece la pena dedicarles el tiempo, nada que ver con las envasadas.
Ingredientes, para 3 personas
- 1,2 kg de habas frescas (peso con vaina)
- Dos cebollas tiernas
- Aceite de oliva virgen extra
- 70 g de tacos de jamón serrano
- Nueve vieiras
- Sal
Preparación
Empezamos desgranando las vainas. Si las habas son de tamaños muy disintos yo las separo en varios recipientes, en dos o tres tamaños ya que necesitarán distinto tiempo de cocción.
Ponemos abundante agua con unos 10 g de sal por litro a calentar, y cuando hierva volcamos las habas más grandes, que mantendremos unos 5 minutos —o menos en función del punto que busquemos—. Iremos volcando las habas en función de su tamaño, las medianas cuando falten unos 3 o 4 minutos, las pequeñas cuando falten un par de minutos.
Transcurrido el tiempo sacamos las habas y las ponemos en un cuenco lleno de abundante agua fría con hielos. Cuando se enfrían las retiramos, secamos, y procedemos al segundo pelado, retirando con cuidado la capa externa de cada grano. Reservamos.
Si vamos a preparar las vieiras al vacío ponemos a calentar el baño de agua a 50ºC y embolsamos las vieiras. Yo las envaso al vacío cuando aún están congeladas, así es más fácil envasarlas y además en la bolsa se juntará el líquido que sueltan al descongelarse con el que sueltan al cocinarse al vacío, caldito sabrosísimo que luego usaremos. Cuando el baño alcance la temperatura introducimos las bolsas, esperamos a que recupere los 50ºC y mantenemos 35 minutos (para vieiras de unos 3×3 cm).
Mientras, ponemos a calentar el aceite en una sartén a fuego medio, troceamos las cebollas en brunoise (cuadraditos pequeños) y las rehogamos unos veinte minutos con una pizca de sal. Sacamos y reservamos.
En la misma sartén subimos el fuego y procedemos a dorar las vieiras. Si las hemos cocinado al vacío las sacamos de la bolsa, guardando el líquido, secamos con papel de cocina y doramos a fuego fuerte muy poco tiempo, unos 30 segundos por cada lado. Si son crudas las tendremos algo más para que se cocinen, pero también poco tiempo porque deben quedar casi crudas por dentro. Las retiramos de la sartén y las salamos al gusto.
Desglasamos la sartén con el jugo reservado de la descongelación y cocción de las vieiras y añadimos la cebolla rehogada, los trozos de jamón, y las habas. Removemos brevemente y retiramos. Servimos esta base con las vieiras por encima.
Brutal plato, Enrique. A mí las habitas me gustan un pelín menos cocidas, para que tengan un poco más de textura si cabe, pero tenían que estar macanudas. Es un coñazo el repelado, pero merece, y mucho, la pena; de hecho hasta que no las pruebas repeladas no sabes qué son realmente las habas.
Para ahora, que viene el calor, tengo una fórmula que no falla de Santi Santamaría: habitas repeladas, aliñadas con una vinagreta de aceite virgen y vinagre de Jerez, con cebolleta, jamón (Ibérico si es posible) y menta muy picados.
Sí, ya me comentaste en el twister que las tenías menos tiempo, otra gente también me ha dicho que cuecen las más grandes un par de minutos nada más, probaré así la próxima vez. Gracias por la receta de Santi, ¿las habitas y la cebolleta cocidas o crudas?
Las habitas escaldadas y en frío (o a temperatura ambiente como mucho). La cebolleta, menta y jamón, todo en crudo. Una ensalada fantástica!!!
Hola, Enrique:
primer comentario que hago en tu blog, al que he llegado desde noselepuedellamarcocina. Lo primero enhorabuena, porque es fantástico.
En cuanto al plato, la combinación tiene que ser fantástica. Yo he hecho una variante parecida en esencia: la vinagreta la complemento con daditos de tomate y cambio el vinage de Jerez por balsámico de Módena de Giussepe Giusti (uno de verdad) y además le añado unos langostinos que he pelado dejando la cabeza y que he pasado por la plancha unos breves segundos. Las vieiras, como no tengo opción de hacerlas al vacío, van a la plancha el tiempo justo.
Un saludo!
Hola Iván, gracias por tu comentario. Me ha gustado mucho tu blog, te sigo desde ahora.
Hola, Enrique:
la verdad es que acabo de comenzar el blog esta semana. Tuve uno hace tiempo pero lo tuve que dejar porque no sacaba el tiempo necesario como para mantener un ritmo de actualizaciones adecuado. Espero que en esta nueva etapa logremos algo mejor.
Un saludo!