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Para el consomé de la comida de Navidad quise darle una vuelta a mi procedimiento habitual de preparación de caldos en olla rápida. Por un lado, la comprobación práctica de que los aromas que obtenemos en la olla —a cocinado, con leves reacciones de pardeamiento— son distintos de los que conseguimos a menor temperatura —delicados y sutiles, más cercanos a los de los ingredientes crudos—. Por otro, los procedimientos empleados en la preparación del cocido «modernista» y la teoría que revisé allí nos llevan a pensar que la extracción óptima de sabor y aromas es distinta en función del tipo de ingrediente—huesos, carnes, verduras o hierbas y especias aromáticas—. Además, varias conversaciones recientes, una por Twitter con César Martín del restaurante Lakasa sobre los fondos «infusionados» que estaban cocinando en el horno de vapor durante largos periodos a 85-90ºC, o con Íñigo Aguirre sobre cómo últimamente prefería añadir las verduras a los fondos al final, ya sin presión.
Todo ello me llevó a concebir esta receta, en la que uso distintas cocciones con el objetivo de combinar en un solo caldo la extracción óptima de sabor y aroma de cada ingrediente:
- Los huesos, cocinados unas dos horas en olla rápida, para hidrolizar y solubilizar el colágeno de los huesos en gelatina, y obtener sabores derivados de las reacciones de pardeamiento.
- Las carnes, picadas y, en el caldo obtenido de la cocción anterior, cocinadas a 90ºC durante unas 8 horas.
- Las verduras, picadas y añadidas a la cocción anterior a falta de unas 3 horas, bajando la temperatura a 85ºC.
- Los aromáticos, infusionados en el último momento, justo antes de consumir, para retener todos sus volátiles aromas.
Nos gustó muchísimo el resultado. Considero el esfuerzo que requiere excesivo para los fondos y caldos del día a día, con los que prefiero seguir usando la olla rápida, pero sí perfecto para el caldo o consomé de un día o plato especial.
Ingredientes, para unos 5 litros
- 2 kg de huesos de ternera
- 2 manitas de cerdo (unos 900 g)
- 1 carcasa de pularda y 1 carcasa de pollo campero (unos 500 g)
- 4 huesos de jamón (unos 500 g)
- 1 kg de morcillo picado
- 1 kg de contramuslos de pollo picados
- 600 g de jamón en trozos muy pequeños
- 2 cebollas rojas
- 2 zanahorias
- 1 puerro
- 1 rama de apio
- 2 tomates
- 2 dientes de ajo
- Unas 5 ramas de tomillo fresco
- Una rama de romero fresco
- Un manojo de perejil fresco
- 3 hojas de laurel
- 2 g de pimienta negra en grano
- 0,5 g de semillas de cilantro
- 2 clavos
- Una punta de anís estrellado
- Sal
- Manzanilla pasada
Preparación
Limpiamos los huesos de ternera, cerdo y pollo con agua corriente del grifo. Los secamos y ponemos en una o varias bandejas del horno, pincelados con una pizca de aceite de oliva. Los tostamos a 180ºC con calor arriba, abajo y convección hasta que están bien dorados, unos 45 minutos.
Por otro lado, blanqueamos los huesos de jamón, poniéndolos en agua fría que llevamos a ebullición, espumando, y luego sacando y limpiando bajo agua corriente.
Juntamos todos los huesos en una olla rápida de 12 litros y completamos con agua hasta la marca de los 2/3, unos 6 litros. Cerramos y ponemos a fuego fuerte hasta alcanzar la presión alta. Bajamos el fuego de forma que se mantenga la presión sin que salga nada de vapor por la válvula y mantenemos 2 horas y media. Acabado el tiempo dejamos que baje la presión sola.
Abrimos la olla y retiramos el caldo con cuidado, colándolo y volcándolo a la SousVide Supreme Demi, que programaremos a 90ºC durante 9 horas. Añadimos las carnes picadas, previamente doradas en sartén.
Cuando queden 3 horas de cocción bajamos la temperatura a 85ºC y añadimos todas las verduras bien picadas.
Acabado el tiempo retiramos el caldo con cuidado, cazo a cazo, colando primero por un chino o colador, y luego por una malla fina, tipo superbag, filtro de café, o gasas.
Enfriamos rápido y refrigeramos. Cuando se separe la grasa la retiramos de la superficie.
Si nos hemos asegurado de que la olla rápida no entre en sobrepresión, ambas cocciones han sido suaves, sin ebullición, y con un filtrado adecuado por una malla muy fina el caldo estará bastante limpio. Si aún así queremos ejecutar el consomé canónico, podemos clarificarlo usando la técnica tradicional, congelación-descongelación (no necesita gelatina extra puesto que ya tiene toda la extraida de los huesos), o agar.
Al recalentar el caldo para servir añadiremos las especias y hierbas aromáticas para que infusionen. Para retirarlas rápido y sin necesidad de volver a colar podemos formar un saquito con gasa o usar bolsas de té como en la foto.
Otra opción que nos proponen en Modernist Cuisine at Home es, una vez hervido el caldo, usar una prensa francesa para té.
En el último momento añadimos la sal y la manzanilla, probando y ajustando a nuestro gusto.
Cada día más interesante. Qué cantidad de buenos detalles. Gracias.
Me alegro de que sea útil. ¡Gracias por tu comentario!
Como siempre, entiendo la mitad de lo que nos cuentas, pero no quería dejar la ocasión para desearte lo mejor en el año que comienza.
Feliz 2014
Ja ja, ¡pues lo llevamos claro! 😉
Feliz año también, M Eugenia!
Maravilla de consomé… Ya llevaba unos días pensando en ello tras los atracones de estas fiestas. Mil gracias.
Feliz año Enrique!
¡Feliz año Tania!
Joder Enrique, vaya curro de consomé! Estoy contigo -no creo que nadie en su sano juicio defienda lo contrario- en que esto no compensa más que en contadas ocasiones, pero a mí, una vez al año, me gusta hacer un súper consomé con el clarificado y toda la historia. Estas navidades, lo hice en casa de mis padres, con clara de huevo. Mi madre me miraba diciendo: «estos romanos están locos», jajaja.
Efectivamente, mucha chicha de olla rápida a todo no siempre hace bueno. Los aromáticos por supuesto, pero la verdura, como apuntas, tampoco da «buenos» resultados.
Ayer mismo hice caldo: carcasa pollo campo, alas, pata ternera, shitake seco, cebolla, puerro, zanahoria, tomate seco, ajo, apio, nabo, pimienta para no más de 2.5-3 litros de agua. Como la cría estaba pachucha, que si fiebre, que si vamos al médico, yo creo que estuvo algo más de 3 horas en la olla al máximo de presión. El caldo resultante tenía demasiado «acaramelamiento», no me gustó mucho y se pierde el sabor «limpio y fresco» a verdura. No sé si has experimentado lo que te cuento.
Un placer pasar por aquí, como siempre.
Pablo.
Hola Pablo, estoy de acuerdo en que 3 horas son demasiado, sobre todo para las verduras, y con tiempos tan largos se pueden generar sabores/aromas no deseados, creo recordar que los artículos de Jorge Ruiz en su serie de sopas refrendaban esto. Para huesos de bovino yo uso 2 horas y media, y de pollo 1 hora y media, los tiempos del MC. 3 horas puedes estar bien para las patas de ternera de tu caldo, pero creo que son demasiado para los demás ingredientes. Si tengo tiempo, sin llegar al extremo del consomé de esta entrada, parto la cocción en olla rápida en 2 fases, pongo los huesos antes, y cuando falta una media hora enfrío, abro, añado carne y verdura, y cocino media hora más. Creo que Blumenthal propone algo parecido, y me gusta más cómo queda.
Un placer leer tus comentarios, como siempre 😉
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