Este año me he currado los menús de Navidad, y es que se han juntado las condiciones adecuadas. Éramos la mitad de adultos que otros años, «solo» 10. Tenía varios días disponibles para prepararlo. Disponía de la cocina de mi hermana, tres veces más grande que la mía, para la preparación final y montaje. Y contaba con el «entrenamiento» de los cursos de cocina al vacío de este año, en los que los menús de 4 y 5 platos para 15-20 personas han mejorarado mi capacidad de planificación y organización.
Así que decidí lanzarme con un menú de 4 platos en Nochebuena y 4 en Navidad, poniendo, siendo sinceros, al límite mis habilidades. Aunque no hay nada como salir de la «zona de confort» para aprender de verdad. Han sido cinco maratonianos días de compras y cocina ininterrumpida, de 9 a 12 de la noche, pero muy satisfactorios. Y renunciar a sentarme a la mesa, claro. Hace ya tiempo que le digo a mis invitados cuando se quejan de que no me ven en las comidas que tienen lo mejor de mi casa: mi comida y la conversación de mi mujer. Y es que al revés sería un auténtico desastre (!!!). Yo ya me uno a las copas y la sobremesa.
Planear los menús de Navidad tiene su miga, con todas sus restricciones, como nos resumía perfectamente @PedroPapea en dos tuits:
Las expectativas. Toda familia tiene sus tradiciones, que se pueden romper solo hasta cierto punto. Lo que hago es mantener ciertos ingredientes inamovibles como el cordero, el consomé, o los langostinos, aunque cada año varío la elaboración intentando darles una vuelta de tuerca.
Los gustos. Se juntan jóvenes y mayores con preferencias de todo tipo. Ya sé que ciertas cosas están prohibidas —sin cebolla para mi hermana, sin pimientos para mí, sin crudos que no convencen a unos cuantos…
La sorpresa. Sí, hay que responder a ciertas expectativas de lo que es el menú de Nochebuena o de Navidad, pero también quiero novedad. Manteniendo ingredientes, busco nuevas presentaciones o técnicas de cocción, y también desde que he tomado las riendas de este menú he ido incorporado materias primas como el foie o la trufa que no estaban en el acervo festivo familiar.
Ser práctico. Es necesario un menú que permita dar de comer a mucha gente sin colapsar de trabajo durante la fiesta. Yo eso me lo he saltado a la torera este año, renunciando a cambio a sentarme a la mesa. Aún así, sigue siendo imprescindible que la mayoría de los componentes del menú estén preparados por adelantado y el trabajo final solo sea de acabado y emplatado. Por supuesto, en este apartado hago un uso intensivo de las cocciones al vacío «indirectas» o cook-and-chill, que simplifican sobremanera la logística. Y organizo los platos de forma que los dos o tres primeros de cada menú tengan relativamente poco trabajo de acabado, reservando el trabajo duro para el plato final.
El entretenimiento del cocinero. Si voy a pasarme cinco días cocinando tengo que hacer cosas que me diviertan. Así que busco una mezcla de platos que ya conozco bien con platos que me supongan novedad y reto. Eso sí, dos semanas antes de pruebas de cada cosa que no hay mayor peligro que intentar algo nuevo en fecha tan señalada. Murphy siempre está al acecho.
Pues nada, metiendo todo este mejunje en la coctelera este año me han salido estos dos menús, que vamos a desgranar pieza por pieza en las próximas entradas.
Cena de Nochebuena
- Foie gras micuit al cacao, kikos, membrillo, y fruta de la pasión (foie de Eleven Madison Park)
- Canelón de aguacate, langostino, manzana granny-smith, estragón, yogur griego y yuzu (adaptado de Eleven Madison Park)
- Ravioli de ricotta, trufa negra y boletus, con salsa de ave, grasa de foie gras, y trufa negra (adaptado de un plato de mm84321 en eGullet. Ravioli de Artigiano de la Pasta)
- Paletilla de cordero lechal 24 horas, puré sedoso de patatas de Heston Blumenthal, puré de castañas y ajo negro, demiglace de cordero
Comida de Navidad
Menú «Toda la pularda» en cuatro vuelcos:
- Consomé de pato y pularda
- Huevos de pollitas ampurdanesas y penedesencas 63ºC, en su cáscara «a modo de chupito», con trufa negra; y huevos de periquita 63ºC de la misma forma, con trufa blanca
- Escabeche de pechuga de pularda y verduritas a la vainilla, con crujiente de su piel
- Traseros y alitas de pularda «asados», con patatas asadas en grasa de pato y pularda
Por fortuna, Murphy no se presentó y hubo ovación y aplauso final.
Las estupendas fotos son de mi sobrino, Álvaro Román. ¡Mil gracias!
Pantagruélico y delicioso! Gran idea el menú alrededor de un producto.
Gracias Mario, un saludo!
Ahora veo por qué tantos días de silencio en el blog, enhorabuena. Expectante con el detalle que prometes para las próximas entradas….
Increíble! No me extraña que tuvieses ovación final. Si sobra un poco acuérdate de los vecinos …… 😊
Ja jaaaa ni restos quedaron 😉
Me parecen menús de restaurantes
de tres estrellas…. Mi pregunta es: Quien paga los ingredientes…? Pq es un pastón… !!! yo tb soy la encargada de hacer la cena de nochevieja para mi familia y se lo que cuesta…!!!!
Gracias Elena. Los pagamos entre todos los hermanos. Pero el verdadero coste es dedicar todo el tiempo que necesita una comida como esta, la verdad. A cambio, al no ser en mi casa, recogen y friegan los demás, que también tiene su trabajito 😉
Un espectáculo, como siempre. Esperando con ansiedad el «desglose» de los platos…
Un saludo.
¡Gracias David!
Impresionante el trabajo, digno de un chef profesional.
Ni mucho menos para tanto pero muchas gracias!
Muchas felicidades Enrique!!, impresionante trabajo e imagino que maxima satisfaccion. Espero ansiosamente las recetas 😉
Muchas gracias Jordi!
Enhorabuena por los platos. Trabaje en italia con una souchef que lo fue durante años del eleven madison park. Hice un monton de cigalas enrolladas en aguacate y de el plato del foie. Tiene su trabajo y preparacion.
Mis felicitaciones una vez mas.
Muchas gracias Jose Luis. Oye, en el plato de foie, ¿algún truco para que las «vetas» de cacao queden tan bonitas como en el libro? Porque mi presentación ni se acerca…
¡Impresionante! ¡Felicidades!
Yo en nochebuena cocine también una paletilla de cordero lechal. La hice siguiendo la receta del libro «Cocina con Joan Roca», que es a 65º 24 horas, envasada con cardamomo, pimienta ajo y romero. Hace una salmuera previa al 10% durante una hora. A mi, las salmueras para carnes no me gustan (y menos después de leer tu entrada «No salar hasta acabar». ¿Cómo y cuando salaste tú?
Y otro asunto que me trae de cabeza: los invitados coinciden en que la comida se queda fría. Voy a comprar un calientaplatos, pero el problema creo que es regenerar. En este caso, recalenté a 65º 40 minutos, y luego un marcado rápido en placha a tope de un minuto. ¿Me puedes orientar?¿Mejor al grill del horno? Muchas gracias, con paletillas de cordero no me puedo permitir pruebas, y me hace ilusión bordarlo en la próxima. Por cierto las fotos de tu sobrino también fantásticas. Un saludo.
Gracias Manuel. Yo puse una pizca de sal antes de embolsar y cocinar, en torno al 0,5% del peso de la pieza, para que estuviese algo sazonada pero minimizar el efecto «curado», el resto sal de acabado al montar el plato. Lo de la comida fría es casi inevitable con el sous-vide. Platos y salsas calientes y trabajar rápido, me temo, no hay muchas más opciones. En este caso, al ser una carne dura, a la que un pelín de calor de más no le va a hacer tanto daño como a, p.e., un pescado, regeneré unos 30 min a 60ºC, le di una pasada leve de soplete para secar la superficie, y metí al grill fuerte del horno hasta que se tostó, unos 10 minutos. Como la pieza casi se deshace tras las 24 h el grill me parece más cómodo que la plancha, y además escala mejor para la gente que éramos. Un saludo
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